lunes, 24 de enero de 2011

"SOY EL PALERMO DE COLÓN"

Es uno de los primeros en hacer los trabajos físicos que propone el preparador físico de Colón. "No me siento ni muy viejo ni muy joven. Estoy en la edad justa para seguir disfrutando del fútbol el tiempo que dure y después seguir vinculado a Colón", dice el Bichi, acodado en una mesa del lobby del Hotel Provincial, el búnker del conjunto sabalero en su paso por Mar del Plata. 

Fuertes es, por escándalo, el hombre más buscado a la hora de sacarse una foto, firmar una gorra o un autógrafo. Lo requieren hinchas de Colón, pero también de otros equipos. Su fama de goleador trascendió, hace rato, la camiseta rojinegra que ya es como su propia piel. "Ésta es mi casa. Cada jugador tiene su lugar en el mundo y el mío es, sin dudas, Colón", reconoce Fuertes, un verdadero trotamundos del fútbol que se afincó para siempre en Santa Fe. 



-A tu edad, ¿cómo hacés para recargar las pilas durante la pretemporada? 
Las ganas superan todo. Los kilómetros que podamos llegar a correr, las concentraciones, todo. Estoy muy ilusionado con el equipo que se está armando. 

-Haciendo un balance de 2010, ¿la derrota con la Católica por la Libertadores condicionó el resto del año? 
Desmoralizó al plantel. La ilusión era poder ser protagonistas en los dos frentes. Quedar afuera en el repechaje nos cambió todas las expectativas y toda la ilusión del equipo. 

-¿Les costó hacer el duelo? 
Sí. Teníamos un buen equipo. Quedar afuera por penales no le gusta a nadie, y más cuando el partido estaba casi cerrado. 

-Cada vez que los equipos se refuerzan, todo el mundo habla de Colón. Y sin embargo, en el torneo no concretan todo lo que insinúan. ¿Por qué? 
Eso es cierto. Pero para este torneo pasó totalmente lo contrario. Ningún periodista, ningún diario, ninguna radio ha hablado de Colón. Eso es mejor para nosotros. Es mejor que no se hable tanto de Colón, que no nos den como protagonistas, para que cuando empiece el torneo arranquemos en silencio. 

-¿Te gusta más ser punto que banca? 
Sí. Ésa es la realidad. Los refuerzos que han llegado son jugadores importantes y no han hecho tanto ruido. Pero es lo que estábamos necesitando. 

-Cuando decidiste seguir jugando, ¿qué te dijo tu familia? 
Mi familia ama el fútbol. Mi esposa no entendía nada y con el paso de los años fue entendiendo. Mis hijos aman esta profesión y obviamente quieren ver a su papá dentro de una cancha. Gracias a Dios tengo todo su apoyo y siguen disfrutando de verme jugar.

-¿Sabés hasta cuándo? 
No voy a poner un límite. El año pasado dije que iba a ser hasta este fin de año. Las ganas superan todo. Y también el mal rendimiento del equipo. Obviamente, si hubiésemos peleado el campeonato, tal vez estaríamos hablando de otra cosa. 

-¿Te ves como manager? 
Sí, uno tiene que prepararse para eso, no es algo sencillo. Tiene que estar capacitado, tiene que tener experiencia, y creo que la tengo. 

-¿Qué te provoca saber que la Copa América se va a jugar en Santa Fe? 
Mucho placer y orgullo. Creo que toda la gente, no sólo los hinchas de Colón, tiene que estar orgullosa. 

-¿Te ilusionás con jugarla? 
No. Ya me di el gusto. Tuve el placer de vestir la camiseta de la selección. Es algo que no se compara con nada y tuve esa posibilidad. Entonces, sería pedir por demás ser convocado nuevamente. Sé que hay muy buenos jugadores en todas partes. Y gente más joven que le puede ser muy útil. Lo voy a disfrutar desde afuera. 

-Los milagros existen. 
Sí. El caso más reciente es el de Palermo, y bien merecido lo tenía. Entonces, uno puede ilusionarse y pensar, pero de ahí a que suceda tienen que pasar muchas cosas. Yo, con todo lo que viví en el fútbol argentino y en el exterior, y en la selección, estoy más que satisfecho. 

-Pero tu historia es parecida a la de Palermo. 
Soy el Palermo de Colón. Pero para mí lo más importante es que la gente me quiera, me respete y que siga disfrutando de mis goles como lo ha hecho durante todo este tiempo. 

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